1. BUROCRACIA: Infórmate bien de los requisitos de documentación para tu destino y que tu pasaporte pueda recibir ese preciado sello de inmigration. Hay países donde puedes obtener el visado a la llegada (por ejemplo Camboya), otros por medio de un formulario online (Australia), pero en otras ocasiones hay que acudir a las embajadas del país de destino para tramitarlo (China), os recomiendo las de Madrid, si no estás empadronado en Barcelona es posible que no puedas realizar los trámites en las embajadas de allí, al menos yo no pude.
2. ITINERARIO: *WARNING!! Los itinerarios de vuelo siempre te mostrarán la hora en local, es decir, la hora del lugar en donde coges el medio de transporte. Ten mucho cuidado con las 00:00, recuerda que las 00:00 ya son un nuevo día, como en Año Nuevo o como cuando el carruaje de Cenicienta se convertía en Calabaza...pues lo mismo, no sea que llegues al aeropuerto 24 horas tarde.
3. MONEY MONEY: Te contaré un microcuento. Yo nunca llevaba divisas del país al que viajaba, siempre sacaba dinero del primer cajero que me encontraba, hasta que el año pasado, en Bali, no me funcionaba ningún cajero...menos mal que el carácter balinés es una maravilla y el *transfer nos paró en los cajeros del camino. En ese mismo viaje, mi entidad bancaria observó movimientos de mi cuenta en Indonesia y me canceló la tarjeta sin avisar, cuando fui a sacar dinero de uno de los pocos cajeros que funcionaban, el cajero se tragó la tarjeta.
MORALEJA: lleva algo de efectivo contigo, y avisa a tu banco para que no te deje tirada en el paraíso, porque sin money no hay paraíso.
4. MALETA: Ten en cuenta tu destino y se realista, si tu intención es hincharte a compras en el Chatuchak Market de Bangkok, en el Century 21 de NYC o cargarte de gorritos gatunos en Tokio, lleva la maleta apropiada y sobretodo, piensa en cuándo vas a hacer las compras, no sea que tengas que andar moviéndote todas tus vacaciones cargada como una mula. Deja las compras mas pesadas o voluminosas para el final o planifica el itinerario para visitar los sitios de compras para la parte final del viaje. Aunque también puedes optar por enviar tu maleta por mensajería desde un punto a otro de tu itinerario.
5. COMIDA: Yo soy partidaria de probar todas las cosas que puedas, el problema es que, viajando una sola no puede probar toda la carta de platos exóticos. Si te va la gastronomía, existe una tendencia denominada mealsurfing en la que grupos de personas hacen encuentros culinarios, los cuales también te pueden venir muy bien para socializar.
6. OFERTA LOCAL: Si tu forma de viajar es "sobre la marcha", haz un sondeo de la oferta hotelera del destino. Cada lugar es un mundo (afortunadamente), y puede ser que en tu caso el destino escogido no tenga el rango de ofertas que confiabas encontrar. Hay países donde los alojamientos pueden ser: o cuchitriles muy económicos o hoteles/resorts muy caros/prohibitivos.
7. COMUNICACIONES: No des por hecho que tu teléfono va a funcionar en el extranjero o que vas a encontrar WIFI en cada rincón. Aunque viajar sola para desconectar incluye desconectar el móvil, ésta viene a ser una herramienta muy útil para moverte con los mapas, sistemas de transporte y optimizar el tiempo en según que momentos. Hoy en día se pueden comprar tarjetas SIM o alquilar minirouters portátiles a precios muy asequibles, pero para algunos destinos, como Japón, hay que solicitarlos con antelación.
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